martes, 26 de marzo de 2019

Viajar y Estudiar

Ha pasado un tiempo bastante amplio desde la última entrega. La del día de hoy como lo señala su título está asociada al binomio compuesto por la idea de viajar y el de estudiar. Los seres humanos, al menos en su gran mayoría, donde me incluyo, tenemos ciertas motivaciones, una de ellas para la vida, es perfeccionarse mediante nuevas experiencias y estudios afines. 

La primera está siempre ligado al concepto de viaje. Es un tópico clásico de la literatura y el encontrarse frente a nuevas culturas y personas, siempre será un proceso de aprendizaje. De hecho, a través del conocimientos de esos estilos de vida, se puede ir ampliando la forma de enfrentar nuevos desafíos. En el caso de hoy, las experiencias nuevas están ligadas a mis compañeros de clases. De los nueve, ocho son asiáticos y la restante, pertenece a Suiza. 

El grupo de Asia, muestra un respeto de oro por las intervenciones de otros, poseen unos hábitos de orden dignos de reconocer (aun cuando no suena a nada nuevo, el experimentarlo de manera diaria es diferente) y el aprender el idioma inglés (que es la tarea de todos los que asistimos a CCEB) es una tarea ardua, a la cual se dedican con la disciplina caracteristica. En cuanto a Karin- mi compañera suiza- su pronunciación es bastante nítida, posee una tranquilidad al hablar y según mi perspectiva muestra lo adelantado que puede ser Europa, en el tema del idioma inglés, frente a asiáticos y latinoaméricanos. Es cierto que todos estamos en la sala número doce, que es para pre intermedios, pero pienso que este viernes, ella puede cambiar de sala, dando prueba de sus avances en los cuatro indicadores (speak- read- listening anda write) debo confesar que mi talón de aquiles está proporcionado por mi speak, dubitativo por la probreza de vocabulario y mi listening, pues los australianos al igual que nosotros, tratan de acortar todas las palabras, llegando casi a lo impensado, según  nuestro maestro Tim, cuando en una de las clases, esbozo que para el artículo "the", los más nativos solo lo emiten con la onomatopeya que surge al juntar los labios, sin ninguna emisión de vocal. 

Espero que en estos cuatro meses, podamos (somos dos en esta aventura, Carolina y yo) mejorar de manera significativa nuestro inglés.

Pasando a otro nivel de la experiencia, el conocer parte de la cultura australiana en esta semana de estadia ha sido sorprendente en tres aspectos. El país aparenta y tiene una seguridad (al menos en Cairns, que es mi experiencia) a prueba de todo. Nadie está en disposición de tomar algo que no les pertenezca. Lo vivimos de manera diaria en el bus, donde hay un sitio especial para las pertenecias (mochilas especialmente) y el que sube las deja allí sin preocupación alguna. Otro punto que pone distancia con sudamérica, es la limpieza de las calles, no se ve "rubbish", concepto que se emplea acá para hablar de basura. Todas las arterías de la ciudad están limpias y en el centro existen varios sitios de reciclaje. El tercer punto está destinado a la capacidad del ciudadano para planear su viaje. Existe una aplicación para el sistema de transporte que se puede visualizar en tiempo real y los tiempos indicados en ella, son los que se cumplen. Es gracias a este horario, que puedo trotar sin problemas en las mañanas, pues sé que el 140 o 150, que son los buses que me sirven acá en Mount Sheridan, estarán a la hora indicada en el bus stop que está a diez minutos de casa.

Un acapite especial para esta imagen. Este sitio se llama "The Lagoon", está a tres cuadras del colegio, en pleno centro de la ciudad. Es una playa gratuita, que permite que la población flotante de Cairns, que en su mayoría es turista, pueda afrontar el calor y la humedad de manera más amigable. Sin duda un gran acierto.