sábado, 23 de mayo de 2020

Hermanos

Debo comenzar diciendo que yo tengo uno y que nuestra comunicación no ha sido del todo expedita durante nuestas vidas, pero sabemos a ciencia cierta que existe el vinculo indisoluble entregado por nuestros progenitores. A esta etapa de la vida (cuarenta años) hemos compartido momentos de dulces y otros agrios. En nuestra infancia, él se comportó como el hermano mayor que debía ser. Fue condensendiente conmigo, preocupado hasta el cansancio incluso generó en él cierta debilidad hacia mi persona, llegando a ponerme en posiciones tan altas demostrando de esa manera un amor fiel y exacerbado, que me permitió en más de una ocasión librar del castigo por parte de mis padres (merecido) y que él asumía sin reparos.

Escribo y manifiesto esto a pesar de mi escasa habiliadad para traer recuedos a mi presente. Tengo solo unos pocos y con ellos extrapolo su conducta a gran parte de mi infancia, pues recuerdo que esa etapa fue feliz gracias a él. Con esto no quiero decir que no tuvimos las diferencias obvias que surjen cuando dos seres humanos crecen, más si son hermanos, pues es de conocimiento publico, casi aceptado como un dogma, que deben existir roces entre ambos para que se genere el tan manoseado caracter del ser humano.

Hoy surge su figura gracias a uno de mis escritores favoritos. La alusión a él, está cimentada solo en el título del libro: "Los Hermanos Karamazov", si bien, estos que el connotado escritor ruso plasma en el papel tenían un buen vivir, poseían un toque especial que los hacía reconocibles: la sensualidad, según los otros personajes de la historia. 

Si bien es cierto que nuestra vida dista mucho de la acomodada rusia que sirve como escenario para la historia, nosotros éramos y somos Los Bravo y tengo la seguridad que alguna condición podrán encontrar los otros para catalogarnos, sea cual sea, la hermosa pluma de Fiodor trajo hoy, una noche de sabado del mes de mayo en Cairns, a mi hermano mayor que debe estar descansando en la madrugada de su sabado, allá en el barrio Italia, en la ciudad de Santiago, bajo una cuarentena total.

En relación a la lectura, mencionar que cada nuevo capitulo o mini historia me asombra cada vez más y me demuestra la capacidad que tenían los grandes artistas de las letras. Mientras leía el segmento dedicado a Stinking Lizaveta, junto con emocionarme mediante las descripciones de esta chica, me rememoró a La Carmen, personaje típico de la comuna de La Florida y que era habitual para mi divisarla cuando parte de mi vida transcurria en el paradero diecisies, cerca de la avenida opuesta a Vicuña Mackenna hacia Los Andes.

Maravillosa forma de relatar, extraordinaria manera de crear escenario y desde esa cotidianeidad, permitirnos a nosotros completar los vacíos con nuestros background y hacernos partícipes activos de las historias que relata.

Sugerir que se sumergan en la lectura de este clásico de las letras es una perogrullada que de todas maneras trataré de realizar mediante la sutileza de este fragmento

"I ought to say a little more about him in particular, but I am ashamed to distract my reader´s attention for such a long time to such ordinary lackeys, and therefore I shall go back to my narrative, hoping that with to Smerdyakov things will somehow work themselves out in the further course of the story"

Para mi, mientras lo leía lo encontré de una genialidad total, pues este personaje es nombrado en las primeras páginas de la historia, pero recién ahora pasado el centenar de hojas, sabemos quién es y además nos permite la sinapsis hermosa de hacer en nuestras cabezas, la imagen total, declarando que tendrá incidencia en el futuro y que quizá podamos, si comprendemos bien el desarrollo, vaticinar. Mágico... 
Los Bravo


No hay comentarios:

Publicar un comentario