lunes, 26 de diciembre de 2022

Come Back

Volver nunca es fácil, quizá porque en los últimos siglos, el ser humano se ha configurado entorno a la idea del éxito y el despegarse, partir o comenzar de nuevo cuesta asumirlo como un paso más en la cotidianeidad de la existencia, en vez de eso, se visualiza como un evento catastrófico que deja en vela el "futuro" de tus acciones. En mi caso, hoy la idea que me envuelve en "come back" está asociada a la de presentar quién he sido durante mi trayectoria laboral en un nuevo cv. 

La última vez que fue modificado fue hace tres años, cuando regresaba de la que puedo considerar como la etapa de más crecimiento en mi vida (dos años estudiante, trabajando y aportando con mis "taxes" en Australia)  y me ponía a disposición de las miles de ofertas laborales referidas a la profesión que ejerzo desde hace más de una década: Docencia. Volvía a mi terruño y tenía que encontrar la forma el sustento. Las oportunidad y entrevistas fueron variadas, inclusive desarrollé lo aprendido en la tierra de los canguros en una video llamada para un colegio particular, con el nombre del conquistador de Santiago, que no llegó a puerto. Deambulé por varias comunas, La Cisterna, La Florida, El Bosque, Providencia en todas llegaba a la "terna", pero no se dió la chance para ingresar a una de esas instituciones. Hasta que un llamado de un ex colega y amigo me situó en un establecimiento para una nueva, y en este caso, última entrevista laboral. La comuna de Las Condes era el escenario que se me abría ese verano del 2021. 

La conversación salió exitosa y el test dentro de lo esperado por los profesionales a fines, con lo cual, comencé "post pandemia" a enseñar contenidos en un establecimiento Municipal. Era mi primera experiencia en estas lides y equivocadamente (como todo ser humano) venía con mi carga emotiva ya instalada. Un municipal traía consigo asociado una carga superior en lo administrativo y un difícil trato con el estudiantado. De hecho, la serie "El reemplazante" hacia alusiones a cómo es este tipo de establecimiento, pero en una comuna muy distinta, una de esas que carece de recursos y que la unidad educativa es más un receptor de jóvenes sin muchas ganas de salir adelante o cansados de que su esfuerzo no rinde frutos. Como sea ingresé al mundo municipal en el mejor lado donde pudiese haberse dado.

Rápidamente los "prejuicios" se fueron derribando en la medida en que me acomodaba a los nuevos estudiantes, pues en relación con los profesionales, el match se dio de inmediato. Cada uno del "staff" se ofreció a ayudarme en la experticia que le era pertinente haciendo de mi experiencia lo más grato posible. 

Luego del año de reemplazo por el cual fui contratado, una comunicación a nivel de directores me permitió recalar en otro de la comuna, pero con un apellido más ostentoso, como lo es "Bicentenario" Esta idea de establecimiento surgió como una forma de agrupar a los mejores y prepararlos para que desarrollaran de manera óptima las pruebas de selección universitaria. Cabe señalar que en la actualidad (2022) ha vuelto a cambiar la nomenclatura a PAES.  

Mi llegada a este nuevo establecimiento partió de muy buena manera, inclusive tuve la oportunidad de proyectarme con un quinto básico. Venían con un handicap de dos años de pandemia y con muchos vacíos emocionales y de rutinas. A pesar de ello, el esfuerzo comenzaba a rendir frutos, pero una declaración "destemplada" de un estudiante repercutió en que me enviarán a la "Siberia" de la educación, el centro de aprendizaje. 

Lo que partió como una especie de reprimenda, terminó siendo una cuna de aprendizaje integral que no me había imaginado. Acá aprendí y me desarrollé en áreas que no tenía consideradas en mi vida. Mejoré mi escucha atenta y me encanté con el arte de la acuarela pude hacer mis creaciones literarias y el compartir diario con estudiantes con cualidades distintas a los tradicionales que se ven en las aulas fue un acicate para seguir mejorando. 

Lamentablemente hoy he vuelto a remozar mi cv, pues como es habitual en los profesionales a plazo fijo cada día de los inocentes debemos comenzar una nueva búsqueda, esta vez, creo estar en mejores condiciones para esperar esa conversación el miércoles a primera hora.