martes, 5 de diciembre de 2023

TODO HA FINITO

Es recién cinco de diciembre, pero como en la mayoría de las personas que estamos ligados al proceso educativo en Chile, es tiempo de ir cerrando etapas. Es martes y el viento logra darle un respiro al calor incesante que se ha apoderado de La Florida en la última semana. La mesa de camping que durante meses sirvió de comedor para un número alto de estudiantes es hoy el escritorio desde donde comienzo a escribir el primero de (creo) muchos análisis.

Si usted es asiduo a este blog sabrá que a inicio de año el sentimiento de incertidumbre propio de los comienzos estaba presente en mis pensamientos y en mi actuar. Tenía que enfrentar una doble cerrojo. El primero relacionado con el mote de "profesor nuevo" y el otro, no menos resistente, la figura de quien sea haya sido el profesional al cual reemplazaba.

Apoyado en mis habilidades (asumidas a través de los años que llevo profesando este doctorado constante) hice mi entrada en cada una de las aulas a las cuales fui asignado. Pensando en el poder que se nos entrega para modificar, facilitar o en algunos casos guiar el caminar de una cantidad no despreciable de seres humanos en formación inicie el año escolar lleno de esperanzas. 

Los niveles 7mo, 8vo y 1ro medio fueron los que se desglosaron en mi horario semanal, junto a sus inquietudes, temores y creencias comenzamos el proceso que hoy se da por finalizado. A pesar de ser tan solo tres años la diferencia entre el universo de jóvenes, la sorpresa fue mayor cuando el escenario me advertía que las instancias de mayor progreso intelectual se daban en el nivel más bajo.

Creo (apelando no a un prejuicio, sino que solo a fact como le gusta usar a los americanos) que se debe fundamentalmente al proceso histórico que ha vivido el país en los últimos años. Déjenme explicarles. Hacer algo más de cuatro años y como consecuencia del "despertar" de la ciudadanía las opiniones vertidas por las mujeres comenzó a poblar las reuniones o instancias de conversación. 

Si bien en número son más, el último censo habla de un 51, 1% y podría sonar casi como una obviedad su inmenso poderío, pero durante mis cuarenta y siete años nunca lo vi con tanta nitidez. La tranquilidad y seguridad con la que se desenvuelven en la actualidad, sin lugar a dudas tiene su cimiento en el apoyo multitudinario de las marchas y en el alzamiento de una vez por todas a las desigualdades a las que siempre han sido sometidas por un concepto patriarcal de la sociedad. 

Incluso ahora en unos días más se deberá sufragar para aprobar o rechazar un documento en el cual se consagra la que podría ser la nueva constitución que dicho sea de paso pretende "cortar" algunas instancias ganadas con mucho esfuerzo desde aquel romántico año 90.

Como consecuencia del "awaking" el proceso de comunicación con el sexo opuesto ha ido increscendo de manera óptima desde mi punto de vista y fue este mismo el que me permitió evidenciar la madurez antes citada. Las intervenciones sin ambages hizo que algunas clases fuesen de alto calibre cultural y de progreso en ambas direcciones. En más de una ocasión sirvió para replantear el sistema de entrega de los conocimientos logrando nuevos aprendizajes en mi desempeño como docente.

Creo que ese es el principal primer análisis que puedo hacer en esta mañana de diciembre, donde los coros de estudiantes despidiéndose y deseándose felices vacaciones comienza a inundar el ambiente de paz y tranquilidad que fue el precursor de este escrito. Solo me queda decir que con ellos, todo ha finito.