domingo, 8 de enero de 2023

Primer fin de semana de enero

El número que el calendario indica para este primer domingo del 23 es el número ocho. Más que el dígito que obviamente no podría superar al octavo, la idea de trasfondo es que sucede un día como hoy.

No sé si he sido claro en alguna entrega previa, pero el deporte que practico de manera constante es el running. Mencionar como llegué a él será responsabilidad de una entrada a futuro. Si realizó bien la operación deberé confesar que llevo casi una década recorriendo asfaltos, cerros y hermosos parajes (en aquellas competencias que me han tocado en medio de la naturaleza y en esas en las que debí viajar al extranjero para su ejecución) con la ayuda principal de mis dos piernas. Declaro en este momento que el peregrinar y proceso han sido fantástico.

Como sea, desde que me calcé las "tillas" para recorrer esos 10k en mi iniciática carrera he ido incluyendo otros deportes, para realizar de manera consciente lo que en la jerga se denomina "entrenamiento cruzado". ¿Qué significa? En pocas palabras da cuenta de la importancia de ejecutar otro deporte como una suerte de complemento al central que en mi caso es el correr.

Para el efecto de los denominados "runners" el uso de la bicicleta o el nado surgen de manera espontánea en la boca de los entrenadores y en cuanta página que se dedica a informar. La razón el poco impacto que se genera con estos en las articulaciones que, de seguro si alguna vez has corrido alguna distancia, sabes que es la más dañada.

En la medida- eso se habla con los otros que disfrutan del correr- que uno quema etapas, sean estas asociadas a las distancias. Primero 5k, para luego pasar al rápido 10k que te entrega la base suficiente para acceder confiado a la media maratón con el (único quizá durante el proceso) de poder disputar la prueba madre que consiste en el mito de Filipides y sus 42k 196m que le tomó llegar hasta Atenas para anunciar el fin de una guerra, las ganas de probar nuevos desafíos aumenta.

Cuando la preparación indicada (tiene que ser una práctica guiada teniendo en cuenta la alimentación y el descanso o entrenamiento invisible) permite cumplir estas cuatro distancia, la motivación (en mi caso fue de manera paralela) hace que eleves la mirada y que la naturaleza comience a cautivarte con sus recorridos entre medio de los cerros.

Los "trail runners" como se le denomina a las distancias dispuestas en las montañas son de una exigencia distinta, pero que tiene como símil, la preparación base el correr. El terreno y la altimetría son los dos nombres a los que debe poner ojo las personas que pasan del asfaltos al terreno irregular, pedregoso o enfangado que caracteriza a los circuitos de trail. 

Ambos conceptos son los que aparecen en la etapa llamado "básico", pues es en torno a ellos, que vuestro entrenador (siempre es bueno estar con alguien que sepa, si es desde el inicio de tu practica, súper) te entregara un paquete de entrenamientos que servirán para que en una fecha indicada puedas cruzar la línea de meta con la decencia que te lo permita el día de la carrera y las condiciones de la misma.

Una vez que la 'conquista' de la montaña cuelga en el medallero (las mías están amontonadas en un bolso) y la motivación sigue en pie, surge en la mente la idea de ser un hombre de hierro. Quizá esta descripción no le encuentres mucho sentido, pero IRON MAN suena distinto. Y llegamos al meollo del día de hoy.

Pucón es la localidad en Chile donde se realiza la que los organizadores y personas que viven allí (el gentilicio no sé si es puconino u otro) llaman "la carrera más hermosa del mundo". Ya el nombre con el se identifica motiva en exceso. Más cuando uno ya ha participado de un circuito inmerso en una de las maravillas del mundo, como lo es "Las Torres del Paine" en nuestra zona austral, las ganas de desarrollar las tres disciplinas se clavan en la mente de cualquier deportista.

En mi caso, el discurso reza de la siguiente manera. Cuando cruce la línea de meta del Major de Nueva York, me dije que antes o en el mismo año en que este cursando mis cincuenta, entraría por la calle Caupolicán para acceder a la playa y cruzar el pórtico del 70.3 de Pucón.

Hoy 8 de enero del 23, se realizó una nueva versión que en su categoría Elite consagro en varones a un español y en la de mujeres, por sexta vez, a la gran Bárbara Riveros. 

Mientras ellos eran alentados por los locales y la población flotante que llega a la ciudad de la Araucanía que alberga el Volcán Villarica (que dicho sea de paso, está en la actualidad con alerta amarilla) yo realizaba mis 18k aeróbicos indicados por mi entrenador mediante la app Trainingpeaks. 

Los hice dentro del pace indicado y mi reloj me regaló un "productivo" como resultado de aquello. Sin embargo, debo confesar que en la medida que avanzaba en el kilometraje, la mente se fue un par de veces a ese ambiente sureño recalcando mi compromiso mental con ese hito.

Por lo pronto puedo decir que a cuatro años del "deadline" he vuelto a nadar series de 25mts. Es un inicio para comenzar a desarrollar la parte, que según mi juicio es la más débil de las tres, para que un "más temprano que tarde" primer fin de semana de enero cuelgue en mi cuello la tan deseada medalla del hombre de hierro.







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